Según estudios recientes, tener una pareja real, de carne y hueso y no virtual, es la única manera de satisfacer las carencias amorosas y románticas que todo hombre y mujer «solo», siente.

En Santiago y como seguramente ocurre también en las distintas localidades de nuestro país, existe actualmente un grupo importante y creciente de personas solas, de ambos sexos, que son o se sienten jóvenes, llenos de vitalidad, energía y deseos de disfrutar de la vida, pero que no disponen de las instancias donde poder satisfacer esa necesidad.

Sin el ánimo de entrar en un análisis sociológico sobre los orígenes de este fenómeno, los cuales sin lugar a dudas son consecuencia de lo que generalmente englobamos bajo el concepto de «vida moderna», es innegable que esta «modernidad» ha cambiado las prioridades valóricas de nuestra sociedad y junto con ello nuestros hábitos cotidianos de vida.

Dentro de los múltiples elementos que han influido en el rumbo que ha ido tomando el estilo de nuestra vida actual, seguramente juegan un papel importante factores tales como el creciente liderazgo que ha ido asumiendo la mujer y su deseo de realizarse profesionalmente, el mejoramiento en el nivel de ingreso de los chilenos, la exacerbación de la competitividad a todo nivel, el culto al consumismo, el exitismo asociado a cosas materiales, el individualismo y el temor a perder el trabajo, entre otros.

Una de las consecuencias de este fenómeno es que en la actualidad prácticamente sólo se vive para trabajar y ya no tenemos tiempo para la distracción y el esparcimiento, para el ocio, para practicar la amistad y conocer gente, en definitiva, para darnos ciertos gustos y disfrutar de la vida.
Lo concreto es que en nuestra sociedad existe hoy un grupo creciente de personas solas, jóvenes y de mediana edad, que tienen gran parte de la vida todavía por delante. Ellos están llenos de energía y con sus potencialidades intactas como para poder hacer realidad sus sueños. Son personas “exitosas” en el plano laboral, pero que, al igual que cualquier otro grupo humano, tienen también carencias y necesidades insatisfechas, las que se relacionan principalmente con lo afectivo y la soledad en la que se desarrollan sus vidas.

La realidad es que poseen pocos contactos que les permitan acceder a un universo nuevo de personas reales, distinto a la esfera social en la cual se mueven habitualmente, ya que no disponen de tiempo para generarse instancias para conocer gente, terminando la semana agotados y sometidos a mucho stress, por lo que lo único que en el fondo desean y necesitan, es poderse olvidar del trabajo por unas horas y ojala disponer de panoramas interesantes donde divertirse. Cuando llega el lunes, son absorbidos nuevamente por sus trabajos hasta el viernes siguiente, oportunidad en que se empieza a repetir una vez más, el ciclo semanal de sus vidas. Si no caen en el aislamiento y en el encierro en si mismos, lo más probable es que caigan en la rutina de juntarse siempre con un mismo grupo reducido de personas (los hombres en «clubes de Toby» y las mujeres con un grupo de amigas), en donde está claro que ya no encontrarán a su pareja.

Desde un punto de vista afectivo, están y se sienten solos; «nadie los espera en casa». Tienen las ganas, la libertad, los recursos económicos y la autonomía para disfrutar de las cosas buenas de la vida, pero no saben cómo ni dónde hacerlo, de una forma que a ellos les resulte entretenida y que no se sientan incómodos. Los sitios de la web les “bombardean” con múltiples y tentadoras ofertas para encontrar a «su media naranja» a través de una pantalla, lo cual los mantiene entretenidos en sus fantasías, pero no logran llenar el vacío afectivo.
Por otra parte, ni las típicas reuniones familiares, ni las redes sociales de toda su vida (amigos de barrio, colegio o universidad, los que en su mayoría se encuentran ya casados y por ende, “andan en otra”), son escenarios propicios para establecer contactos, ya que normalmente se encontrarán allí con matrimonios o parejas y no con otras personas «solas».

Amor en la vida real

En «Solos y Solas», encontrarán en un mismo lugar, distintas actividades propias de la vida real, que permitirán ir conociendo, sin darnos cuenta, a otras personas «solas», de carne y hueso. Estamos seguros que en nuestros paseos, además de tener la posibilidad de divertirnos haciendo algo distinto a lo habitual, conociendo lugares nuevos y rompiendo la rutina, se generarán también conversaciones, miradas, complicidades, químicas, sonrisas y por qué no decirlo «ilusiones», que constituyen al fin y al cabo la única manera de sentirnos afectivamente «completos» en este escenario de la modernidad.

El amor no lo dejamos al azar. Sabemos que lo que realmente importa para que una pareja se consolide es que sea compatible, lo que nos exige un trabajo profesional para descubrir los valores, la actitud y la personalidad de cada uno de los miembros participantes de «Solos y Solas», para que en las actividades que participen se ‘encuentren’ con su pareja. Es justamente en el campo de la personalidad donde dos personas deben ser compatibles para facilitar la química y la convivencia afectiva. Frecuentemente creemos que ‘los polos opuestos se atraen’ y que las diferencias hacen más atractivo al otro, pero pocos estamos dispuestos a tolerarlas y en general nos molestan.

Juntar personas «solas» en actividades sencillas de la vida real, es nuestro compromiso y también nuestro desafío. Hacer nuevas amistades siempre es bueno y si se llega a generar algo más que una amistad… mucho mejor!!
A intentarlo entonces… Date esta oportunidad y súmate a nosotros.

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